DIFERENCIAS ENTRE EL DESEO Y LA EXCITACIÓN ENTRE HOMBRES Y MUJERES.

¿Son lo mismo deseo y excitación?: Respuesta Sexual Humana

Son diversas las teorías que se han ido sugiriendo sobre la Respuesta Sexual Humana, sin embargo las más conocidas y populares son la que propusieron Master y Johnson en 1966 y la que en 1979 complementó otra investigadora llamada Kaplan: los primeros sugerían que constaba de cuatro fases: excitación, meseta, orgasmo y resolución, y la segunda añadió una fase previa de deseo.

Esta primera fase, la del deseo, se suele desencadenar como consecuencia de haber visto, oído o imaginado algo erótico, y/o por influencia hormonal. Tras esto, aparecen fantasías, imágenes o conductas destinadas a aumentar la excitación, y es probable que busquemos actividades eróticas que nos satisfagan. En este punto entramos en la fase más propiamente de la excitación, en la que a través de esta estimulación erótica empezamos a sentir una tensión sexual psicológica y fisiológica que va en aumento, llegando a la fase de la meseta. Tras esto, si conseguimos relajarnos y dejarnos llevar por nuestras sensaciones, es posible que lleguemos al orgasmo, que podríamos definir como las contracciones rítmicas y espasmódicas de nuestra zona genital que ocurren de forma involuntaria y que pretenden liberar la tensión y vasocongestión que han ido en aumento a lo largo de las anteriores fases. El orgasmo dura unos segundos y va seguido, generalmente, de una sensación placentera de relajación. Por último, la fase de resolución es la relajación que sigue al orgasmo o a un periodo de excitación, tanto si hay orgasmo como si no lo hay.

diferencias1

¿Se excitan los hombres más rápido que las mujeres?

Son muchas las veces que oímos que ellos se excitan muy rápido y que a ellas les cuesta mucho más. Sin embargo, tanto en el caso de los hombres como de las mujeres, las diferencias son más entre personas y situaciones que entre sexos.
Lo que sí podemos decir es que en el caso de los hombres comúnmente se cree que la excitación es más rápida porque parece que se puede observar de una forma más evidente ya que asociamos erróneamente excitación con erección. Aunque es cierto que, una de las respuestas de nuestro organismo en la fase de excitación puede ser la erección, no siempre tiene por qué ser así. Igual que asumimos que alguna vez un hombre puede tener una erección y no estar excitado (erecciones involuntarias), también puede suceder lo contrario y esté excitado aunque no se traduzca esto en una erección. En el caso de las mujeres asociamos erróneamente excitación con lubricación, sin embargo, igual que comentábamos en el caso de los hombres,  aunque la lubricación puede formar parte de la respuesta sexual femenina en la fase de excitación, también puede ser que una mujer lubrique y no esté excitada o que esté excitada y no lubrique, ya sea porque esté medicándose, por el momento del ciclo hormonal o por la simple particularidad que nos hace a todos distintos.
¿Y por qué no asociamos excitación femenina con engrosamiento del clítoris? Sobre el clítoris muchas veces no somos conscientes de la importancia que juega en la respuesta sexual femenina. En la fase de excitación el clítoris, igual que sucede con el pene, se hincha y se tensa, aunque en este caso debido a que su superficie visible es menor también se hace menos evidente su erección.
Por todo esto, podemos creer erróneamente que ellos se excitan más rápidamente que ellas.

diferencias2

Respuesta sexual con orgasmo

diferencias3

Respuesta sexual con orgasmos múltiples

diferencias4

Respuesta sexual sin orgasmo

¿Qué diferencia, entonces, la excitación en hombres y en mujeres?

Como hemos comentado, la excitación es consecuencia de algún tipo de estimulación que despierta en nosotros las sensaciones y reacciones propias de esta fase: aumento del ritmo y la presión sanguínea, así como de la tensión neuromuscular, posible endurecimiento de los pezones y del clítoris/pene, así como sensación de bienestar y abandono.

La estimulación erótica que acompaña a la excitación puede provenir de cualquier canal: visual, auditivo, olfativo, gustativo, táctil o mental. Aquí podríamos establecer muchas diferencias entre cada persona, momento y situación. Entre hombres y mujeres las diferencias no son evidentes pero es cierto que se ha dicho en muchas ocasiones que los hombres son más visuales y genitales mientras que las mujeres son más mentales y que prefieren la estimulación de todo su cuerpo y no tan específicamente la de los genitales. En cualquier caso, no se puede generalizar, y si hay hombres y mujeres que no responden a este patrón no por ello tienen ningún problema o disfunción.

A nivel físico podemos encontrar las siguientes diferencias:

  • En el hombre: ligera elevación testicular e inicio de erección del pene.
  • En la mujer: engrosamiento de labios menores, ligero abultamiento del clítoris, engrosamiento de las paredes vaginales, lubricación y “rubor sexual”.

Y el deseo ¿es distinto para hombres y mujeres?

En el caso del deseo sucede algo distinto en hombres y en mujeres. Al inicio de una relación de pareja, el tipo de respuesta sexual femenina se asemeja a la masculina donde primero aparece el deseo, luego la excitación, posteriormente la meseta, seguida en ocasiones de orgasmo y, finalmente, la fase de resolución. Sin embargo, a medida que avanza la relación de pareja, muchas mujeres, por una cuestión biológica, no voluntaria, ven cómo su deseo no provocado, aquel que aparecía sin hacer nada (el deseo más influido por hormonas que por estimulación) se va reduciendo poco a poco. Aquí suelen aparecer los problemas de deseo, ya que tanto ellas como ellos esperan que ella tenga deseo de forma espontánea sin tener que hacer nada para conseguirlo (“igual que pasaba al principio”). Sin embargo, la respuesta sexual femenina más habitual (no la asociada a los primeros meses o años de relación donde las hormonas tienen una influencia mayor) suele iniciarse con la búsqueda de la excitación, con la estimulación erótica o con el deseo de proximidad, y no tanto con la sensación física de que nuestro cuerpo siente deseo de repente. Las mujeres pueden experimentar deseo sin nada de lo anterior y, de hecho, lo hacen pero no es lo que les sucede siempre ni más frecuentemente. Por supuesto, también existen mujeres que inician casi todas sus relaciones con la fase de deseo antes de la excitación y eso no implica ningún problema; igual que sucede con los hombres que se puedan sentir más identificados con el patrón de respuesta sexual que se inicia con búsqueda de la excitación más que con deseo.

diferencias5

En definitiva, son más las similitudes que las diferencias en cuanto a la excitación y el deseo de hombres y mujeres. Lo importante es valorar que igual que no hay un hombre o una mujer igual que otro/a, nuestra vivencia de estas fases también es distinta. No hay formas más correctas o mejores de sentir deseo o de excitarnos, simplemente diferentes y todas ellas las podemos disfrutar plenamente, que finalmente es el objetivo de la vida sexual, aunque cabe destacar que si una persona no está satisfecha con su vida sexual en cualquier aspecto, acudir a un profesional puede ser favorable para mejorar el problema si lo hubiera y/o para resolver posible dudas al respecto.

Si tienes algún problema o duda en torno a tu sexualidad o no la puedes disfrutar como te gustaría, puedes ponerte en contacto con nosotras. Poder disfrutar de una sexualidad saludable es necesario para nuestro bienestar personal.

Contacta con nosotras…