
¿Te consideras más Locus de Control Externo o Interno?
El locus de control es un concepto desarrollado por el psicólogo Julian Rotter en 1954. Se refiere a la creencia de una persona sobre las causas de los eventos que ocurren en su vida. En otras palabras, ¿quién o qué tiene el control sobre los sucesos que experimentamos? ¿Nosotros mismos o factores externos?
Tipos de Locus de Control
Locus de control interno:
- Las personas con locus de control interno creen que los resultados de sus vidas dependen principalmente de sus propias acciones, habilidades y decisiones.
- Estas personas consideran que pueden influir o controlar lo que sucede en su vida a través de su esfuerzo, talento o elección.
Ejemplo: Si un estudiante obtiene una buena calificación en un examen, una persona con locus de control interno pensará que lo logró gracias a su dedicación y estudio. Si obtiene una mala calificación, pensará que no se preparó lo suficientemente bien y que puede mejorar en el futuro con mayor esfuerzo.
Locus de control externo:
- Las personas con locus de control externo creen que los eventos en sus vidas son el resultado de factores fuera de su control, como el destino, la suerte, las acciones de otras personas o circunstancias externas.
- Estas personas tienden a sentirse impotentes o incapaces de cambiar su situación debido a su percepción de que los factores externos son los que determinan los resultados.
Ejemplo: Si el mismo estudiante con un locus de control externo obtiene una mala calificación, podría pensar que fue por mala suerte, por el profesor que tenía una actitud negativa o por factores fuera de su control. Si obtiene una buena calificación, puede atribuirse a que el examen fue fácil o a que la suerte estuvo de su lado.
→ Locus de Control Interno y Autoestima:
Las personas con un locus de control interno suelen tener una autoestima más alta debido a que se sienten responsables y competentes frente a los desafíos y resultados de sus vidas. Este tipo de locus implica que, en su mayoría, creen que los eventos que suceden en su vida dependen de su esfuerzo personal, sus decisiones y habilidades. Este sentido de autoeficacia refuerza la autoestima, ya que las personas se ven a sí mismas como agentes activos que pueden influir en su destino.
Características y relación con la autoestima:
- Confianza en uno mismo: Al percibir que tienen control sobre los resultados de sus acciones, las personas con un locus de control interno tienden a tener una mayor confianza en sí mismas. Creer que el éxito y el fracaso dependen de sus esfuerzos genera una sensación de competencia y autonomía, dos pilares fundamentales de una autoestima saludable.
- Aprender de los fracasos: En situaciones adversas, las personas con locus de control interno no tienden a verse como víctimas del azar o de factores externos incontrolables. En lugar de sentirse impotentes o derrotadas, reencuadran los fracasos como oportunidades de aprendizaje. Este enfoque ayuda a mantener su autoestima alta, ya que entienden que sus errores son corregibles y parte del proceso de crecimiento personal.
- Por otro lado, si los fracasos que se atribuyen se exceden en número, puede generar un malestar y un desequilibrio emocional que nos puede llegar a causar serios problemas.Es importante mantener un equilibrio en la adjudicación de fracasos (internos o externos) para no cargar nuestra autoestima.
- Autocrítica constructiva: Aunque estas personas pueden ser autocríticas, tienden a hacerlo de manera constructiva. Son capaces de identificar áreas de mejora sin que eso afecte su sentido de valía personal. En lugar de verse como «fracasadas», se ven como individuos que pueden mejorar y crecer a través del esfuerzo.
- Responsabilidad y autonomía: Una persona con locus de control interno tiene una visión proactiva de la vida y tiende a asumir la responsabilidad de sus logros y fracasos. Esta autonomía les da una sensación de control y satisfacción en la vida, lo que está íntimamente relacionado con una autoestima alta.
Ejemplo de relación con la autoestima:
Imagina a una persona que, tras recibir un rechazo laboral, reflexiona sobre su desempeño en la entrevista y se pregunta qué podría mejorar para la próxima oportunidad. No se siente derrotada ni se acusa de ser incapaz; al contrario, se siente motivada para mejorar. Este enfoque no solo preserva su autoestima, sino que la fortalece al evidenciar su capacidad para aprender y adaptarse.
→ Locus de Control Externo y Autoestima:
Las personas con un locus de control externo, por otro lado, creen que los eventos de su vida son el resultado de factores fuera de su control, como el destino, la suerte, las decisiones de otras personas, o incluso circunstancias ajenas. Esto puede tener un impacto negativo en su autoestima, ya que tienden a sentir que no tienen control sobre lo que les ocurre, lo que puede llevar a una sensación de impotencia o falta de eficacia personal.
Características y relación con la autoestima:
- Sensación de impotencia: Las personas con locus de control externo pueden experimentar falta de control sobre sus vidas, lo que puede minar su autoestima. Si todo lo que ocurre está determinado por factores externos, pueden sentirse como víctimas de las circunstancias y desarrollar una visión pesimista sobre su capacidad para cambiar su situación.
- Dependencia de la aprobación externa: Estas personas a menudo buscan validación y aprobación de otros, ya que sienten que el reconocimiento de su valía depende de factores ajenos, como la opinión de los demás o el contexto social. Esta dependencia puede hacer que su autoestima sea más frágil y volátil, ya que se basa en factores externos e inestables.
- Frustración y desesperanza: Si no logran los resultados que desean, pueden sentirse frustradas, ya que tienden a pensar que no pueden hacer nada para cambiarlo. La idea de que las circunstancias son inamovibles o que la suerte está en su contra puede generar una sensación de desesperanza y baja autoestima.
- Falta de autocompasión: Al externalizar los resultados de sus acciones, las personas con locus de control externo pueden ser más propensas a ser demasiado duras consigo mismas o con su “mala suerte” o, por el contrario, pueden no asumir ninguna responsabilidad por sus errores. Esto puede generar un sentimiento de desconexión con uno mismo y con el propio valor personal, ya que no ven la relación entre sus esfuerzos y los resultados obtenidos.
Ejemplo de relación con la autoestima:
Supón que una persona con locus de control externo enfrenta dificultades en su carrera. Si las cosas no salen bien, podría pensar que fue por mala suerte o porque el mercado está en crisis, en lugar de reflexionar sobre cómo mejorar sus habilidades o cambiar su enfoque. Esta tendencia a externalizar los fracasos, sin tomar responsabilidad o buscar soluciones activas, podría llevar a una baja autoestima, ya que no siente que tiene el control ni sobre sus acciones ni sobre los resultados.
¿Cómo afecta el Locus de Control a la Autoestima a largo plazo?
La interacción entre el locus de control y la autoestima no es estática, sino dinámica. Si una persona mantiene un locus de control externo durante largos períodos de tiempo, esto puede tener efectos acumulativos en su autoestima como percepción de incompetencia o aislamiento y depresión. Por el contrario, una persona que adopta un locus de control interno generalmente desarrolla una resiliencia más fuerte y una autoestima más robusta, ya que siente que tiene la capacidad de manejar y modificar su vida. Este sentido de control fomenta un mayor bienestar emocional y permite enfrentar los desafíos con más optimismo. Si quieres saber más, te invito a leer este blog sobre autoestima y cómo mejorarla.
Cómo trabajar el Locus de Control Interno
Fomentar un locus de control interno puede ser beneficioso para el bienestar psicológico y el desarrollo personal. Para trabajar en ello, se pueden seguir varias estrategias:
- Aumentar la conciencia personal: Ayudar a la persona a identificar sus propias fortalezas y habilidades, para que se dé cuenta de que tiene el poder de influir en su vida.
- Fomentar la toma de decisiones: Promover situaciones en las que la persona pueda tomar decisiones y experimentar las consecuencias de sus elecciones, para que vea el impacto de su propia acción.
- Reencuadrar pensamientos negativos: Enseñar a la persona a reconocer pensamientos automáticos que atribuyen los problemas a factores externos, y ayudarlos a pensar en soluciones que dependen de su propia acción.
- Establecimiento de metas realistas: Ayudar a la persona a fijar metas alcanzables y a planificar cómo lograrlas, lo que refuerza la creencia de que tienen el control sobre su vida.
- Desafiar creencias limitantes: Cuestionar la idea de que todo lo que sucede está fuera del control personal. Ayudar a la persona a analizar casos específicos en los que pudo haber influido, aunque fueran pequeños.
- Fomentar la resiliencia: Enseñar a la persona que los fracasos no son el resultado de la mala suerte, sino oportunidades de aprendizaje y crecimiento. Ayudar a desarrollar habilidades de afrontamiento efectivas.
- Psicoterapia cognitivo-conductual (TCC): La TCC es muy efectiva para trabajar en la reestructuración de pensamientos disfuncionales, como aquellos asociados con el locus de control externo, ayudando a la persona a cambiar su forma de interpretar los eventos. En el Instituto, somos un equipo de psicólogos que trabajamos con TCC para ayudarte en el proceso y ofrecerte los servicios que tenemos a tu disposición.
En resumen, trabajar sobre el locus de control interno y externo puede tener un impacto significativo en la autoestima y en el bienestar general de una persona. Desarrollar una mayor percepción de control sobre los propios actos y sus consecuencias puede llevar a una vida más satisfactoria y un mejor manejo de las dificultades.
Arancha Lorente
Psicóloga Col. Nº B-03674