Cómo mejorar tu vida sexual en pareja

Consejos para mejorar la vida sexual en pareja

La vida sexual es una parte fundamental de la salud y el bienestar de una persona. Tener una vida sexual satisfactoria (esto es, adaptada a los gustos y necesidades de cada uno) no solo contribuye a la felicidad de las personas, sino que puede ser determinante para la intimidad de una relación; además, también puede tener beneficios en la salud física y psicológica. Sin embargo, para muchas personas, la vida sexual puede ser un área de preocupación o insatisfacción, sobre todo en pareja. Afortunadamente, existen numerosas formas en las que se puede trabajar la sexualidad tanto individual como compartida.

¿Por qué se produce la falta de deseo sexual en la pareja?

La falta de deseo sexual en una pareja puede ser causada por una variedad de factores, de forma que habría que investigar cada caso de forma personalizada en consulta. Sin embargo, el estrés, la fatiga, los problemas de relación, y los trastornos hormonales son algunas de las razones comunes. También suele ocurrir debido a haber experimentado una sexualidad no satisfactoria durante un tiempo.

¿Cómo afecta la falta de deseo en las relaciones?

La falta de deseo sexual puede tener un impacto importante en las relaciones; así, puede generar frustración, resentimiento y una sensación de desconexión emocional de la pareja, así como culpabilidad y sensación de presión. Asimismo, la falta de intimidad puede debilitar la conexión emocional y afectar negativamente a la autoestima de ambos, entre otras consecuencias. Además, puede llevar a la evitación del sexo, lo que agrava el problema.

Consejos para mejorar tu vida sexual en pareja

  • Autoconocimiento: conocer nuestro propio cuerpo es fundamental para disfrutar de una sexualidad plena. Con este fin, suele ser muy útil reservar un tiempo semanal (una o dos horas) con nosotros mismos para explorarnos (darnos duchas conscientes, masturbarnos de maneras distintas, masajearnos…)
    Se trata de aprender cómo responde nuestro cuerpo ante distintos estímulos, qué sensaciones nos gustan, cómo nos afecta el estar relajados, etc.
  • Educación sexual: a menudo, la falta de conocimiento puede ser un obstáculo para una vida sexual satisfactoria. Sin embargo, la educación sexual actual deja mucho que desear (por ejemplo, suele estar centrada en la penetración, no enseña sobre otras formas de placer). Educarse sobre distintas cuestiones sexuales (desde fisiología hasta infecciones de transmisión sexual) puede ayudarte a comprender mejor tu propio cuerpo, así como el de tu pareja, y a vivir una sexualidad más tranquila y libre. Asimismo, la educación sexual puede ayudar a desmitificar los mitos y expectativas poco realistas que existen en torno a la sexualidad.
  • Desaprender lo aprendido: con esto, nos referimos a tener expectativas realistas, y a desaprender lo aprendido en cuanto a la cultura general de la sexualidad. Concretamente, casi todo lo que aprendemos viene de la pornografía, que muestra escenas no realistas. Por ejemplo, en vídeos pornográficos se suelen mostrar orgasmos potentes, fáciles, y continuos. Saber que esto suele estar fingido permite que no tengamos unas expectativas imposibles al vivir nuestros encuentros sexuales.
  • Comunicación abierta y honesta: la comunicación es clave para mantener una relación sentimental sana, y esto también se aplica a la vida sexual. Hablar abierta y honestamente (sin miedo a ser juzgados) con tu pareja sobre tus deseos, necesidades, fantasías y preocupaciones es fundamental. Aprender a escuchar a tu pareja es igual de importante que expresar tus propios pensamientos y deseos.
  • Salud personal: llevar un estilo de vida saludable es importante. Factores como hacer ejercicio, comer bien y cuidar la salud mental afectan enormemente a distintos ámbitos de nuestra sexualidad (desde nuestra respuesta sexual, por ejemplo afectando a la lubricación y erecciones, hasta otros factores como el deseo o los orgasmos). A nivel más psicológico, cuanto mejor te sientas contigo mismo, más probable será que te sientas cómodo y seguro en tu vida sexual.
  • Experimentación y fantasía: la monotonía en la vida sexual puede llevar a la insatisfacción en ciertas situaciones. Por ello, a veces es útil experimentar con nuevas posiciones, juguetes sexuales o fantasías. La clave aquí es la comunicación y la voluntad mutua de explorar y probar cosas nuevas juntos. Por supuesto, es muy importante no presionar a nuestra pareja para que pruebe algo, y saber aceptar un “no”. Para saber qué probar, se puede ir a alguna tienda erótica, o leer algún libro erótico juntos. En este sentido, es recomendable no abusar del coito.
  • Consultar a un/a sexólogo/a: Un sexólogo puede ayudarte a mejorar tu vida sexual de distintas maneras: por ejemplo, si experimentas dificultades persistentes en tu vida sexual, como disfunción eréctil, problemas de deseo o dolor durante el sexo (dispareunia), es importante buscar la ayuda de un sexólogo o de un profesional de la salud. También podemos recurrir a un sexólogo para que nos dé ideas sobre con qué experimentar, o cómo mejorar nuestra comunicación en pareja.

En resumen, mejorar tu vida sexual implica una combinación de factores que van desde la comunicación y la educación sexual hasta el autocuidado y la gestión del estrés. Cada persona es única, y lo que funciona para una pareja puede no funcionar para otra. La clave es la honestidad, la empatía y la voluntad de trabajar juntos para crear una vida sexual satisfactoria y saludable.

Referencias

Dosch, A., Belayachi, S., & Van der Linden, M. (2016). Implicit and explicit sexual attitudes: How are they related to sexual desire and sexual satisfaction in men and women?. The Journal of Sex Research, 53(2), 251-264.
Velten, J., & Margraf, J. (2017). Satisfaction guaranteed? How individual, partner, and relationship factors impact sexual satisfaction within partnerships. PloS one, 12(2), e0172855..

Xavi Ponseti 
Col. Nº B-03138