JUNTOS PERO NO REVUELTOS

Como afrontar el confinamiento separado de la pareja

Desde que el pasado 14 de Marzo de 2020 se declarara en España el estado de alarma, la vida de todos los españoles ha dado un vuelco de 180º. Actos que hasta ese momento entraban dentro de la total y absoluta normalidad han pasado a estar limitados e incluso prohibidos. Tras todos estos días, las dudas iniciales que todo esto generó han quedado resueltas y una que probablemente rondara en la cabeza de muchos era: si no convivo con mi pareja, ¿podré seguir viéndola? Tras más de 15 días de confinamiento la respuesta es clara: NO. No, al menos, de la forma habitual.

Entre muchas de las consecuencias que ha traído consigo este confinamiento, una es la separación de muchos de nuestros seres queridos. Madres, padres, abuelos, abuelas, amigos y amigas y, en algunos casos, pareja. Cosas tan cotidianas cómo ir a visitarlos o quedar con ellos para compartir cualquier actividad no son posibles pero eso no tiene, necesariamente, por qué implicar que las relaciones pierdan calidad. De hecho, todo lo contrario.

¿Cómo sobrellevar el confinamiento separado de la pareja?

Previsiblemente, se espera que pase una temporada hasta que algunas parejas puedan volver a reencontrarse, lo cual implica poner a prueba el vínculo. Sin embargo, las nuevas tecnologías nos facilitan la vida en este sentido y favorecen que el contacto pueda ser continuo, minimizando así la sensación de lejanía y haciendo más cortas las distancias. Además, algunas investigaciones apuntan que en las relaciones a distancia existe un mayor grado de intimidad ya que las parejas se esfuerzan en comunicarse más, consiguiéndose así un mayor efecto de intimidad. Es fundamental encontrar un espacio para conversar, ya sea por mensajes, llamadas telefónicas o videollamadas, para que las raíces de la relación no dejen de crecer con fuerza.

A continuación, proponemos unos tips para mitigar, en la medida de lo posible, la distancia.

  • La comunicación es fundamental, pero sin pasarse. Dentro de lo posible, la comunicación debe ser precisa, eficaz y positiva y ello no implica tener que estar hablando en todo momento. De hecho, es necesario dar oxígeno a la relación para que no aparezcan el cansancio, la pereza o el hastío. Lo más recomendable es que exista un contacto diario y planificado, de igual modo que se planificaban las quedadas antes de esta situación. 

Es muy importante abrirnos a nuestra pareja y confiar en ella lo que sentimos para que la distancia física no se convierta también en distancia emocional. El desapego aparece y el amor desaparece cuando hay falta de comunicación, de comprensión, de intimidad, en definitiva, cuando dejamos de acompañarnos.

  • Mantener la escucha activa. Este aspecto es vital para no sufrir una desactualización sobre las cuestiones que tienen que ver con la pareja. Debemos convertir al otro en conocedor/a de nuestra situación y mantenerle informado/a de nuestro día a día, por muy rutinario que pueda ser. De este modo, cuando las parejas se reencuentren, no van a percibir la vida de la otra persona como algo ajeno.

Para ello, comentad incluso los detalles que puedan parecer insignificantes y compartid vuestra situación de pareja con otras personas para tenerla presente a pesar de la distancia. Todos estos intercambios de información, además de fomentar la empatía, favorecen que el tiempo de separación no sea tiempo perdido, sino que la relación se cultive y ambos sientan que forman parte del mundo del otro.

  • Darse tregua si aparecen conflictos. Durante el tiempo que se está separados es muy importante no pelearse y, para tal fin, puede que sea necesario establecer una serie de reglas. Por ejemplo, acordar cuándo se va a hablar y dejar claro que si no se escribe constantemente es por ejemplo, por no agobiar a la otra persona o a uno/a mismo/a. 
  • Autocuidarse. Mantener un equilibrio personal a todos los niveles (fisiológico, psicológico, emocional y social) actuará positivamente sobre la relación. Por ello es muy importante no descuidar los cuidados diarios, el trabajo, las amistades y el ocio a pesar del confinamiento. Además, conservar la independencia hará que cuando las parejas se reencuentren disfruten más el uno del otro y previene caer en relaciones basadas en la dependencia del otro. 

Por tanto, es importante centrarse en el día a día y no dar demasiadas vueltas al futuro en el sentido de cuánto se va a prolongar esta situación o cómo va a afectar la distancia a la pareja, ya que eso puede generar emociones desagradables añadidas a las que puede provocar esta situación.

  • Alimentar la magia. Detalles, mensajes inesperados, llamadas por sorpresa… en definitiva, mostrarle al otro que seguimos estando ahí y que le tenemos presente a pesar de la distancia. Está en manos de cada pareja hacer que la magia no se pierda. De hecho, el estar físicamente separados puede ser una oportunidad para que ésta aumente ya que el ingenio y la imaginación se ponen a nuestra disposición para sobrellevar esta circunstancia excepcional.

En definitiva, la clave es tratar de convertir esta circunstancia en una oportunidad para estrechar lazos, aprender a valorar al otro, echarle de menos… Fortalecer el vínculo y acumular ganas para ese próximo encuentro que, sin duda, puede ser uno de los de mayor calidad de la historia de la pareja. Aprovechar esta situación para valorar cosas que antes se pasaban por alto y que esas cosas rutinarias y habituales, como una cena o ir a tomar algo,  pasen a ser extraordinarias.

¿Qué podemos hacer si esta situación nos genera dificultades en la relación?

A pesar de tratar de implementar estas recomendaciones, es posible que esta situación afecte a nuestras emociones y eso repercuta en la pareja, lo cual es probable (en ausencia de un problema psicológico previo) que se trate de una respuesta adaptativa a la situación. Es decir, un conjunto de reacciones emocionales que son congruentes con la circunstancia actual y no necesariamente preocupantes. Aún así, si tras la aplicación de las recomendaciones, las dificultades en la pareja no cesan sino que van en aumento, puede ser recomendable solicitar ayuda psicológica. Para ello, nos podemos valer también de las nuevas tecnologías y solicitar una cita online. Si ese fuera el caso, desde el Instituto Psicología-Sexología Mallorca estamos a vuestra disposición.